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SOBRE LA CONFERENCIA POLÍTICA DEL PSOE: LA CUESTIÓN DE LA LAICIDAD
DECLARACIÓN A LA SOCIEDAD Y A LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Europa Laica considera un hecho favorable que la reciente “Conferencia política del PSOE” haya tratado algunas de las cuestiones que nuestra organización viene reclamando, desde hace años. Y a los que se les deberían de haber dado solución en los primeros años de la Democracia, por imperativo constitucional.
LAICIDAD Y EDUCACIÓN.
(Extracto de los Acuerdos hechos públicos por la oficina de prensa del PSOE, en el día de ayer)
El PSOE denunciará los acuerdos con el Vaticano. Apuesta por la autofinanciación de todas las confesiones religiosas. Defiende la escuela pública y laica, preñada de valores públicos para construir ciudadanía. Una escuela para la igualdad entre mujeres y hombres, que apueste por la coeducación y no por la segregación y afirma, en consecuencia, que no tiene cabida en ella la enseñanza curricular de la religión, ni tampoco en horario escolar.
La Iglesia Católica pagará el IBI de todas aquellas propiedades que no sean de exclusivo uso, para culto (por tanto, las iglesias quedarían excluidas del pago de este impuesto, igual que lo están las instituciones culturales sin ánimo de lucro).
Para los socialistas el laicismo es neutralidad y no es, en sí mismo, ni antirreligioso ni anticlerical. Se muestran absolutamente respetuosos con todas las confesiones religiosas y defienden que el Estado garantice que puedan ser practicadas en libertad. Por eso, se compromete a impulsar una Ley de libertad religiosa, de libertad de conciencia y de libertad de culto.
Estas propuestas políticas se deberían de haber desarrollado desde hace años, cuando el PSOE tuvo, reiteradamente, mayorías en el Parlamento, sin embargo fueron tratadas no ya sólo con pasividad, sino que se incrementaron beneficios, esencialmente, para la iglesia católica oficial. No obstante Europa Laica reconoce un indudable avance, con respecto a posicionamientos anteriores. Bienvenidos sean, si se cumplen, para lo cual vamos a estar muy vigilantes tanto de los programas que se presenten, como de su cumplimiento y, también, de las actitudes políticas, ayuntamiento a ayuntamiento y en todas las CCAA, donde el PSOE tenga poder de decisión (o influencia) a través de nuestro “Observatorio de la Laicidad”.
Pero hemos de aclarar que no nos satisface que no se haya establecido un compromiso político nítido para construir el Estado laico.
Ni que, en el ámbito de la Enseñanza, haya un compromiso, para que -de forma progresiva- se dejen de financiar a las escuelas de ideario religioso o de otra naturaleza particular. Situación que es muy grave.
Ni de la eliminación, como delito, en el código penal, de la ofensa a los sentimientos religiosos, que todavía se puede considerar como delito de blasfemia. Ni de la eliminación de los efectos civiles de los matrimonios religiosos. Ni que se vayan a suprimir a los capellanes funcionarios.
Ni que se vaya a modificar, con carácter retroactivo, la “Ley Hipotecaria” y su Reglamento, que permite el registro y por lo tanto la apropiación de bienes públicos, por parte los obispos diocesanos.
Se tiende una “trampa” en la propuesta del PSOE, con la cuestión del IBI, al considerar a las religiones entidades sin ánimo de lucro y concederles ese enorme beneficio fiscal para los lugares de culto, cuando, en la práctica, son corporaciones privadas con ánimo de lucro, en la mayoría de sus actividades, incluido el culto. Tampoco se expresa nada sobre que se vayan a eliminar otros diversos beneficios fiscales (más allá del IBI) en el ámbito local, autonómico y estatal. Ni de que se vaya a revisar la injustificable Ley de Fundaciones y Mecenazgo. Ni se hace comentario alguno sobre el Patrimonio Histórico, en poder de la Iglesia, y en el que invierte el Estado para su mantenimiento y conservación.
La propuesta de “apostar” por la autofinanciación de las confesiones religiosas, se supone que irá en la línea de hacer una propuesta clara y precisa para eliminar, a muy corto plazo, la financiación de la IC a través del impuesto de la renta. Así como la financiación directa, con subvenciones, a otras confesiones y eliminar la cesión de suelo público a las confesiones religiosas, para sus lugares de culto.
Todo lo relativo a simbología y actos religiosos en los lugares y ámbito público, no se hace mención alguna, siendo éste uno de los más importantes problemas, ya que suponen la perpetuación de un poder y un privilegio determinado, frente a la neutralidad del Estado en materia de convicciones.
Tampoco se pronuncia por un organismo ancestral: La “Obra Pía de los Santos Lugares”. Ni de la cada vez mayor cesión de servicios sociales y sanitarios a entidades religiosas y de caridad, cuando corresponde gestionarlos a la administración del Estado, con lo que se está privatizando la “res pública”.
Tampoco se pronuncian por la necesaria modificación de la Constitución, al menos en algunos apartados del artículo 16, por discriminatorios. Ni, si ante la anunciada denuncia de los Acuerdos con la Santa Sede, se supone que no habría otro Concordato. Pero si lo que está en la mente de los dirigentes del PSOE es una adaptación de los mismos, en qué línea política irían.
También, se refieren a la “cuestión religiosa” como si fuera (la religiosa) la única convicción de las personas, olvidando que existe multiplicidad de convicciones, muchas de ellas no religiosas u otras de no práctica religiosa, de las que no se hace cita alguna. Apuntan, por último, el compromiso (una vez más) de presentar una propuesta de Ley, de la que no compartimos la denominación que le atribuyen, ya que la “libertad religiosa y de culto”, forma parte del concepto amplio de “libertad de conciencia”. Algunas de las cuestiones anteriormente citadas deberían de plasmarse en una ley de “libertad de conciencia”, que Europa Laica propone.
¿Podrá ser España un Estado laico?
Documento con fecha lunes, 04 de noviembre de 2013. Publicado el martes, 05 de noviembre de 2013.
Autor: Francisco Delgado | Presidente de Europa Laica.Fuente: DiarioAb.
La Constitución de 1978, aun en su calculada ambigüedad, declara el «principio de laicidad del Estado» y del derecho individual a la «libertad de conciencia». Sin embargo, en la práctica, se puede considerar, dentro del «concierto internacional de naciones», como un Estado con una fuerte influencia «confesional católica». Sólo hay que dar un sucinto repaso sobre el modelo de Enseñanza (El Estado financia centros dogmático católicos y cada vez cobra más fuerza la religión confesional en la Enseñanza); la financiación de la iglesia católica a través del impuesto de la renta y las múltiples exenciones tributarias; la consideración de los obispos diocesanos como autoridad pública, con el fin de que puedan apropiarse de bienes públicos no registrados; capellanes funcionarios en diversos ámbitos civiles y militares; actitudes confesionales de multitud de políticos en función de sus cargo; permanencia de símbolos católicos en estancias públicas de todo tipo; funerales de Estado católicos y juramento de cargos delante de la biblia; nombramientos de vírgenes y santos como alcaldes y alcaldesas perpetuas de muchas localidades; vulneración constante del derecho a la libertad de conciencia… Si sigo… acabaríamos el artículo con una amplia retahíla de pruebas… y me faltaría espacio. (Ver «Observatorio de la laicidad»)
En suma, los poderes públicos españoles de forma muy generalizada se «pasan por el forro» la Constitución y la Declaración Universal de Derechos Humanos, abrazándose a los «Acuerdos con la Santa Sede de 1979» de supuesta inconstitucionalidad. Que hasta le confieren un rango de acuerdo internacional, cuando no lo son, si nos atenemos al Convenio de Viena de 1969. Y todo ello, con el propósito de justificar la vieja alianza: «Estado-religión», que camina en sentido opuesto a los ideales de libertad y derechos de ciudadanía, que se estableció con la revolución francesa y con la Ilustración. Y que no pasó la barrera de los Pirineos.
Le derecha, heredera de la ideología nacional-católica, está ejerciendo «muy bien» su rol, es lo que toca: «arrimar el ascua, a su sardina». Pero la sociedad, sin embargo, se ha secularizado enormemente. Sobre todo entre los más jóvenes. Entonces, si esto está pasando, a pesar de la derecha y del clero… ¿Podrá ser España, algún día, un Estado laico?: Pienso que puede serlo, aunque, afortunadamente, siempre será un proceso inacabado.
Conferencia política del PSOE
Si la construcción del «Estado laico» se ha demorado, una buena parte de responsabilidad recae sobre el actual partido de la oposición (PSOE), ya que ha tenido en sus manos, durante más de dos décadas, la posibilidad de ir afianzándolo, poco a poco y sin traumas, «escuchando» a una parte importante de la sociedad e, incluso, de sus afiliados. Ya que en su ADN político la laicidad debería de ser una prioridad y, también, por respeto a las decenas de miles de hombres y mujeres socialistas que se sacrificaron por defender ideales laicistas. Pero no, los jóvenes que «ocuparon» (democráticamente) el Partido, en el Congreso de Suresnes, en 1974 tenían otra estrategia: medrar junto al clero católico para hacer más fácil una transición engañosa y muchos de los que han llegado al Partido, ya en la democracia, se han preocupado más de sus ascensos políticos, que de ser leales a un pasado, que les deba igual. Es más, ni siquiera tuvieron la ética de reclamar «justicia y reparación», en memoria de los caídos por la república defendiendo la legalidad, entre otras cosas por no «crear problemas a la Iglesia oficial». Por esta causa y por otras sobrevenidas, hoy la credibilidad del PSOE está en entredicho. Tendrán que pasar algunos años o muchísimas cosas, para ser un partido creíble de izquierdas, si es que aspiran a ello o si antes no se fragmenta por cuestiones territoriales o ideológicas.
Las actitudes, de los alcaldes de Tarragona, Zaragoza o Toledo, entre otros afiliados… no se lo van a poner nada fácil a los que pretenden, desde dentro y comenzando por la «Conferencia política» de los próximos días, «privatizar», como corresponde, a toda asociación religiosa. Proponiendo, de verdad, la anulación de los Acuerdos con la Santa Sede, sacar la religión de las escuelas y tratar a la «corporación católica» como a cualquier empresa o asociación, en materia tributaria y jurídica. En manos de los actuales dirigentes del PSOE se depositan muchas esperanzas, pero hasta la retórica, en este tema, mucho me temo, que llega demasiado tarde. Ojala y me equivoque.
Religión, feminismo y escuela 2013
Presentación digital de la charla en la Biblioteca Central sobre Religiones y Feminismo, del día 17 de octubre de 2013.
El sobre
Fuente: http://cordopolis.es/el-insurrecto/2013/10/11/el-sobre/
Llegaron a la hora convenida. Él los esperaba dentro. Vestía con chaqueta y pantalón del mismo color de la noche. Vengan conmigo, les dijo. Y en séquito atravesaron aquella nave sin que nadie los viera. Hueca. Enorme. A oscuras. En silencio. El despacho era rancio y olía a rancio. Se sentaron a su alrededor para escuchar la forma de proceder y demás detalles del negocio. Al terminar, les entregó un sobre vacío con una cantidad escrita en la solapa. Y sonrió. Hasta mañana.
Al día siguiente todo fue conforme a lo previsto. Apenas media hora. Y luego regresaron al despacho para cerrar el asunto con unas firmas. Uno de ellos le devolvió el sobre con la cantidad de dinero marcada. Él tuvo que levantarse la sotana para meterlo en el bolsillo. Y volvió a sonreír agradecido. Hasta la próxima, dijo. Todos se despidieron menos el del sobre: “antes de irme, le rogaría que me extendiera un recibo por la cantidad que le acabó de entregar”. Es un donativo, contestó el párroco. Precisamente por eso, insistió el donante: “cada mes cargan en mi cuenta bancaria una cantidad aún menor para una ONG que me practica la oportuna retención en el IRPF. Con sinceridad, creo que es el mismo caso”. No lo es, replicó el cura: “usted me ha entregado libremente un donativo por la realización de un sacramento que se destinará al mantenimiento de la Iglesia Católica. ¿Es que acaso no tiene fe?” El hombre quedó perplejo: “En Dios sí; en los hombres, no”.
Respeto a todos los que profesan cualquier religión o ideología que me respete. Ya sean católicos, musulmanes, judíos, protestantes, agnósticos o ateos. Y la única garantía legal del respeto recíproco pasa por la laicidad del Estado. Los poderes públicos deben limitarse a velar porque el mar esté en calma para que puedan navegar todas las confesiones e ideologías. Y para evitar tormentas, ninguna puede recibir privilegios por encima de otra, ni por encima de nadie. El ciudadano es la célula esencial y única medida del poder político, porque en él y sólo en él reside la soberanía del Estado. En eso consiste la igualdad que nuestra Constitución proclama como uno de los pilares del Estado Social y Democrático de Derecho. Si de verdad fuera así, todas y todos deberíamos tener garantizadas de inicio las mismas oportunidades para ser lo que queramos ser. Y todas y todos sabemos que es mentira. Ya me cuesta entender que una confesión reciba de las arcas públicas mucho más que el resto, sencillamente porque ninguna debería recibir nada. A lo sumo podrían concurrir en igualdad en la misma convocatoria con las demás asociaciones o fundaciones sin ánimo de lucro. Pero lo que no puedo tolerar como ciudadano es que reciban el trato que al resto de los ciudadanos se nos niega. Y ningún dios puede ser la excusa.
No cuestiono los donativos para estos fines. En absoluto. Cada uno es libre para dar su dinero a quien le parezca. Lo que critico es la falta de transparencia tolerada para algunas personas e instituciones. Me da igual que sea un político, un sindicalista, un empresario, un cura o el Rey quien reciba los sobres. Su obligación, como la de cualquier ciudadano, es declararlos para no vulnerar el principio de igualdad. Los ciudadanos estamos hartos de ver en los medios como unos los perciben impunemente, mientras otros pagamos impuestos por respirar. La brecha es cada día más sangrante. Aumenta el número de desahucios en la misma proporción que la de millonarios en España. 365.000 disponen de un patrimonio entre un millón y los 5 millones de euros. Cerca de 25.000 poseen entre 5 y 10 millones. 12.500 se quedan en el umbral de los 50 millones. 829 gozan de un patrimonio valorado entre 50 y 100 millones. 426 entre 100 y 500. 35 entre 500 y 1.000 millones. Y 16 personas tienen más de mil millones de euros. Todas estas cifras se entienden sobre dinero declarado. Entre ellas no aparece la Iglesia Católica. Tampoco las personas físicas o jurídicas que vulneran la ley. Entiendo que los corruptos y delincuentes no puedan extender recibo por los donativos que reciben. Pero no quiero dudar de quienes tienen a la caridad como una de sus virtudes. Y a la mentira como pecado mortal.
Desde el profundo respeto que me merecen los católicos de buena voluntad, ruego que sean ellos quienes exijan transparencia a la institución que gestiona económicamente su fe. La misma transparencia que los ciudadanos exigimos a nuestros políticos, sindicatos o empresarios. Porque es la misma que se nos exige a nosotros. Aunque no lo parezca viendo como unos cuántos aplauden a un defraudador millonario por ser futbolista, llaman “fea” de forma machista y antidemocrática a una jueza que descubre sobres por todas partes, o no piden la dimisión de un concejal corrupto por lo mucho que sabe y calla.
Un paradigma en peligro
El cabildo cordobés utilizó la consagración al culto católico y una reforma inconstitucional perpetrada por Aznar como argumento para inscribirla a su nombre en el Registro
La Mezquita de Córdoba no es un palimpsesto de culturas y religiones, como pretende hacernos creer la jerarquía católica que la posee y explota turísticamente. No se trata de una mera superposición de capas arqueológicas que se aplastan y ocultan unas a otras, quedando visible y victoriosa sólo la última. Todo lo contrario. La Mezquita de Córdoba es un crisol arquitectónico y artístico que desnuda toda la riqueza espiritual de Andalucía y el ser humano. Por eso es Patrimonio de la Humanidad y nos pertenece a todos. Un templo inmemorial que aún no ha perdido la memoria, pero que podría perderla si se sigue tolerando la apropiación jurídica, económica y simbólica que está llevando a cabo la jerarquía católica, especialmente a partir de su inscripción en el Registro de la Propiedad en 2006.
Tomando por cierto lo evidente, en la Mezquita de Córdoba se observan nudos de Salomón como en una sinagoga y columnas entorchadas que el pueblo araña con monedas temiendo oler al diablo; mosaicos decorados al modo de los templos romanos y con idéntica orientación; un bosque sincrético de columnas béticas, visigodas, bizantinas y andalusíes, que abrazan al Mihrab o señalan donde estuvo en otro tiempo; cimacios en el corazón de la Mezquita primitiva con las imágenes intactas de los apóstoles o la Virgen María; el postigo de entrada original con motivos vegetales al estilo bizantino, de construcción previa a la presunta conquista árabe; acueductos con arcos de herradura que, como decía Lorca, ya conocían los arquitectos hispano-andaluces y que mejoraron con las técnicas orientales para crear la identidad más reconocible y auténtica del monumento; tumbas de nobles y canónicos a ras de suelo como enterramientos musulmanes; una Capilla Real con mocárabes y azulejos mudéjares, a semejanza del sepulcro de la mismísima Isabel de Castilla; una zarzuela de cristos y vírgenes; dos catedrales católicas; y el Mihrab de la Mezquita más grande y bella de Occidente. Todo eso y mucho más convierten la Mezquita de Córdoba en un paradigma universal del respeto a la diferencia. En un faro tan luminoso que ciega a quien lo tiene más cerca.
Tomando por cierto lo evidente, el velo invisible de la consagración al culto católico no puede ocultar la caleidoscópica inmensidad de su pasado. Sin embargo, el cabildo cordobés utilizó este argumento y una reforma inconstitucional perpetrada por Aznar para inscribirla a su nombre en el Registro. La llamaron Santa Iglesia Catedral de Córdoba. Y desde entonces cometen esta metonimia hasta en las entradas que cobran y no declaran en concepto de donativos. Ni el Papa se atrevió a cambiar el nombre al Panteón en Roma, ni el Sultán el de Santa Sofía en Estambul. Si toda la Mezquita fuera Catedral pasaría a ser el templo más grande de la cristiandad, superando a la Basílica de San Pedro en el Vaticano. El Obispo de Córdoba estaría sentado en una sede mayor que la del Papa. Algo inadmisible hasta para el catolicismo más integrista. Mezquita es su denominación popular y mundialmente conocida. Mezquita-Catedral, la más ecuménica. En ningún caso, sólo Catedral. La parte no puede denominar al todo, ni justificar la apropiación ilegítima de un bien público. Su inmatriculación es nula de pleno derecho debido a la inconstitucionalidad de las normas en la que se ampara (la Iglesia Católica no es una administración), la carencia de un titulo material para su adquisición (consagrar no es un modo reconocido en nuestro Derecho), y la imposibilidad legal de usucapir bienes públicos. En consecuencia, no se le puede exigir a la Iglesia Católica el IBI por ella, ya que nadie paga por lo que no es suyo.
Tomando por cierto lo evidente, más allá de su destino espiritual, el uso más importante del monumento es el turístico. Dado que el Cabildo lo explota en régimen de monopolio, en un ejercicio abusivo y casi policial, como mínimo debería dar cuentas del dinero que recauda por las entradas. Carece de sentido que exijamos transparencia económica a la corona, partidos, sindicatos o instituciones públicas, y no hagamos lo propio con la jerarquía católica que también percibe dinero de las administraciones públicas, o ingentes cantidades de los particulares como donativos que podríamos desgravar en nuestro IRPF. Si el año pasado se calcula que ganó unos 11 millones de euros con las entradas a la Mezquita, tendría que haber ingresado a las arcas públicas cerca de tres millones en concepto de impuestos. Imprescindibles para salvar de la exclusión a miles de familias. Y no por caridad cristiana, sino por justicia social.
La titularidad y la gestión de la Mezquita de Córdoba deben ser públicas. Cuando la UNESCO revise en 2014 su calificación como Patrimonio de la Humanidad, tiene que conocer al detalle este proceso de apropiación ilegítima por la jerarquía católica, que supera el esperpento cuando la llama en los folletos “intervención islámica de la Catedral”. La Mezquita de Córdoba no sólo es una Catedral y toda es mucho más que una Mezquita. Tomando por cierto lo evidente, un paradigma en peligro.
Antonio Manuel Rodríguez Ramos es doctor en Derecho y profesor de Derecho Civil en la Universidad de Córdoba. En 2009 reveló la inmatriculación de la Mezquita de Córdoba por la jerarquía católica.
ENMIENDA A LOS PGE PARA 2012
EUROPA LAICA INSTA A TODOS LOS DIPUTADOS Y DIPUTADAS A QUE APOYEN LA ENMIENDA A LOS PGE PARA 2012, PRESENTADA POR EL GRUPO PARLAMENTARIO “LA IZQUIERDA PLURAL” DONDE SE REQUIERE:
- QUE EN 2012, SE REBAJE EN UN 20% LA ASIGNACIÓN DEL IRPF A LA IGLESIA CATÓLICA
- QUE SE DETERMINE UN CALENDARIO, PARA LA TOTAL AUTOFINANCIACIÓN DE LA IGLESIA CATÓLICA, COMO MÁXIMO HASTA EL 31 DE DICIEMBRE DE 2014.
- QUE SE ELIMINEN TODOS LOS BENEFICIOS FISCALES DE LOS QUE DISFRUTA LA IGLESIA CATÓLICA Y, EN SU CASO, OTRAS CONFESIONES, INCLUIDO EL IMPUESTO DE BIENES INMUEBLES (IBI)
El debate de los Presupuestos Generales del Estado para 2012, que esta semana va al Pleno del Congreso de los Diputados, lleva una enmienda presentada por el Grupo Parlamentario de IU, ICV-EUiA, CHA, que obtuvo un amplio respaldo en Comisión, aunque no fue aprobada por la mayoría que impuso el Partido Popular y otros.
En esta enmienda, la 1725, se solicita rebajar para este año un 20% del dinero procedente del impuesto de la renta, que recibe en la iglesia católica para financiar el culto, el clero y el proselitismo religioso en la línea de recortar gastos que el Gobierno ha establecido, sobre todo en sanidad, educación, ciencia y tecnología, servicios sociales, obra pública y fomento del empleo y a todos los colectivos sociales que reciben subvenciones del estado y las CCAA. Si no se acepta sería el único colectivo, la iglesia católica, que no recibe recortes. Hecho realmente escandaloso.
Además esa enmienda expresa la voluntad para que a 31 de diciembre de 2014 la iglesia católica se autofinancie, como así se comprometió en los Acuerdos del Estado español con la Santa Sede de 1979. También que paguen el Impuesto de Bienes Inmuebles y otros de los que están exentos.
Europa Laica la semana pasada presentó en el Congreso de los Diputados más de 33.000 firmas de ciudadanos y ciudadanas (firmas que se siguen recogiendo en la web: www.laicismo.org), cuya petición se concreta en: Que se suprima de la Ley de Haciendas Locales, la exención del IBI y de otros impuestos a la iglesia católica y otras confesiones religiosas, así como a sus organizaciones y centros de enseñanza y de proselitismo religioso, al mismo tiempo que se inste a los municipios a que hagan un censo, de los bienes rústicos y urbanos que están registrados a nombre de la iglesia católica y sus asociaciones, fundaciones, etc. y de otras confesiones religiosas. Que el poder legislativo autorice al Gobierno a que se deroguen los Acuerdos del Estado español con la Santa Sede de 1979, especialmente y en este caso el de Asuntos Económicos, por el incumplimiento permanente por parte de la iglesia católica, que en el apartado 5 del artículo II de dichos Acuerdos, mostraba “su propósito de lograr los recursos suficientes para la atención de sus necesidades”, en suma se comprometía a la autofinanciación. En consecuencia se elimine del impuesto de la Declaración de la Renta del año 2012 (a realizar en 2013), la casilla de asignación a la iglesia católica y dada la grave situación económica que atravesamos se suprima la asignación 2012 que figura en los PGE que están a debate.
Europa Laica entiende que es una cuestión de justicia social, de mantener privilegios injustificados, y de normalizar la no confesionalidad del Estado que la Constitución proclama.
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Para actuar ante la situación privilegiada de la iglesia te invitamos a participar, si aún no lo has hecho, en nuestras dos campañas, o difundirlas:
1. En la Declaración de la Renta no marques ni la casilla de la iglesia católica, ni la de fines sociales.
http://www.laicismo.org/detalle.php?pk=13908&tp=ds
2. FIRMA la campaña: «Que la iglesia pague el IBI»
http://www.laicismo.org/detalle.php?pk=13246&tp=ds
Para más información sobre la financiación de las confesiones religiosas y sobre estas y otras campañas entra en www.laicismo.org
Europa Laica ante los privilegios fiscales (IBI y otros) de la iglesia católica
Documento con fecha viernes, 02 de marzo de 2012. Publicado el viernes, 02 de marzo de 2012.
Autor: Europa Laica.Fuente: Laicismo.org.
La iglesia católica española vive en un paraíso fiscal ilegitimo y presuntamente ilegal.
Europa Laica exige que la iglesia católica y otras confesiones paguen el IBI y otros impuestos.
Europa Laica exige que el Estado haga un censo de inmuebles rústicos y urbanos y del patrimonio muerto o mal conservado, propiedad de la iglesia católica en España.
Europa Laica, viene denunciando, desde hace años, los privilegios fiscales, entre otros muchos (simbólicos, económicos jurídicos, políticos…), de los que disfruta la iglesia católica (IC), al recibir un trato privilegiado que el Estado le concede, consecuencia, por un lado, de los Acuerdos con la Santa Sede de 1979, pero también por un trato de favor político, que va mucho más allá, vulnerando principios constitucionales básicos.
La IC en España, es propietaria, a través de sus más de 40.000 instituciones (…diócesis, parroquias, órdenes y congregaciones religiosas, asociaciones, fundaciones, etc.) de un enorme patrimonio, consistente en bienes inmobiliarios rústicos y urbanos (de uso para el culto o para otros muchos menesteres), entre ellos un incalculable número de pisos alquilados a terceros, todo este patrimonio, en todos los ámbitos, está exento del impuesto de bienes inmuebles (IBI) y de otros, como obras, sociedades, etc.
Europa Laica tenía calculado, en su informe anual sobre financiación de la IC que se hizo público en abril de 2011 (en estos días en revisión, de cara a la próxima Campaña sobre el IRPF) que, de los datos conocidos, los Ayuntamientos españoles dejaban de ingresar algo más de mil millones de €, al año. Pero hay otros datos que están conociéndose estos días, que se cifran entre los 700 y los casi 3.000 millones de €, hecho lógico dada la opacidad de la IC.
Por ello, reiteramos, una vez más, nuestra exigencia de que el Estado haga un censo de inmuebles rústicos y urbanos propiedad de la Iglesia católica en España.
También Europa Laica propone revisar qué entidades, fundaciones, etc. están exentas de este impuesto en cada ayuntamiento, no ya sólo por las exenciones que prevé la actual Ley de haciendas locales, sino -también- a través de la compleja maraña de normas y disposiciones que se han ido produciendo en estos últimos años y que restan ingresos por valor de miles de euros, a los Ayuntamientos, en estos momentos de profunda crisis y que puede estar vulnerando el principio de igualdad que exige la Constitución española.
Indicar que Martinez Camino miente y demuestra su analfabetismo social y normativo, al mezclar Cáritas, de forma torticera, para desviar la atención de la ciudadanía.
La IC percibe (puntual y religiosamente) para la financiación del culto, el clero, la publicidad y el proselitismo religioso, casi 250 millones/año y para asociaciones religiosas de interés social más de 100 millones de €, procedentes del IRPF de todos los contribuyentes. Europa Laica está preparando la Campaña del IRPF de 2011, para exigir que desaparezca la casilla del impreso de la renta y la asignación a la IC por esta vía. La IC recibe del Estado directamente o por la vía de las exenciones de impuestos, más de diez mil millones de €, al año.
Francisco Delgado. Presidente de Europa Laica
La Iglesia por encima de la Constitución
¿Existe separación Iglesia-Estado en España?
Publicado en Recuerdos de Pandora el 3/01/2012
En muchas ocasiones, sobre todo a nivel internacional, se insiste en el hecho de que España es un estado laico con separación entre iglesia y estado, pero algunos hacemos hincapié en que España es un estado aconfesional -que no laico- y que esa separación entre iglesia y estado es aparente, pero no real.
Lo primero, como siempre que se habla de este tema, es referenciar la constitución española. El artículo 16 es el que habla sobre la libertad religiosa:
Artículo 16.
1. Se garantiza la libertad ideológica, religiosa y de culto de los individuos y las comunidades sin más limitación, en sus manifestaciones, que la necesaria para el mantenimiento del orden público protegido por la Ley.
2. Nadie podrá ser obligado a declarar sobre su ideología, religión o creencias.
3. Ninguna confesión tendrá carácter estatal. Los poderes públicos tendrán en cuenta las creencias religiosas de la sociedad española y mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica y las demás confesiones.
En líneas generales, este artículo de la constitución puede hacer creer a muchos que España es un estado laico, pero en el tercer punto se deja caer sutilmente algo que echa todo a perder: “… mantendrán las consiguientes relaciones de cooperación con la Iglesia Católica…”. ¿Qué relaciones son estas?
Históricamente, todos los estados católicos han mantenido acuerdos con el Vaticano conocidos como concordatos. El primer concordato que firma España fue un derivado del Concilio de Constanza, en 1418. Este fue sustituido por el concordato de 1753, que a su vez fue sustituido por el concordato de 1851.
Con la declaración de la Segunda República Española, este concordato se derogó, teniendo por primera vez en la historia de España un estado laico con total separación entre iglesia y estado. Con la llegada de Franco al poder, se firma el nuevo concordato de 1953.
Tras la muerte de Franco y apenas un mes después de firmar la constitución española de 1978, el 3 de enero de 1979, este concordato fue sustituido por uno nuevo compuesto por cuatro acuerdos:
- Acuerdo sobre asuntos económicos
- Acuerdo sobre enseñanza y asuntos culturales
- Acuerdo sobre asistencia religiosa a las Fuerzas Armadas
- Acuerdo sobre asuntos jurídicos
Estos concordatos complementan el artículo constitucional y otorgan a la iglesia católica de un poder real que se puede palpar en los muchos beneficios que aún a día de hoy ostentan en una sociedad cada vez menos católica. Aquí os dejo algunos ejemplos:
- La iglesia recibirá un porcentaje del rendimiento de la imposición sobre la renta o el patrimonio neto siempre que el contribuyente manifieste expresamente su voluntad. (Artículo II.2)
- La iglesia está exenta de impuestos sobre inmuebles. (Artículo IV.A)
- La iglesia está exenta de impuestos sobre la renta y sobre el patrimonio. (Artículo IV.B)
- La iglesia está exenta de impuestos de donaciones y sucesiones. (Artículo IV.C)
- La iglesia está exenta del pago del IVA para objetos destinados al culto (Artículo III.C)
- Los planes educativos incluirán la enseñanza de la religión católica equiparada a las demás disciplinas fundamentales, aunque sin ser obligatoria. (Artículo II)
- Los profesores de religión serán elegidos por la iglesia -no por el estado-, pero se tratarán como cualquier otro profesor. (Artículo III)
- La iglesia católica puede usar libremente para la enseñanza los centros universitarios públicos. (Artículo V)
- La Iglesia reitera su voluntad de continuar poniendo al servicio de la sociedad su patrimonio histórico, artístico y documental (Artículo XV)
- El Estado reconoce la personalidad jurídica civil de la Conferencia Episcopal Española. (Artículo I.3)
La gran mayoría de estos puntos son grandes desconocidos para la mayoría de los españoles, pero son una realidad. Pero otra cosa interesante que muy pocos saben es que este concordato tenía un punto que, 33 años después de que se firmase, aún no se ha cumplido. Se trata del Artículo II.5 del acuerdo sobre asuntos económicos:
5. La Iglesia Católica declara su propósito de lograr por si misma los recursos suficientes para la atención de sus necesidades. Cuando fuera conseguido este propósito, ambas partes se pondrán de acuerdo para sustituir los sistemas de colaboración financiera expresada en los párrafos anteriores de este artículo, por otros campos y formas de colaboración económica entre la Iglesia Católica y el Estado.
La iglesia se comprometió ya entonces a lograr por sí misma los recursos para atender sus necesidades. Así, dejaría de cobrar un porcentaje de la renta de los contribuyentes para su beneficio. Ahora seguramente a muchos os vengan a la cabeza esos anuncios que la iglesia lanza cada primavera para que los contribuyentes pongan la X con la que permitan que parte de sus impuestos vayan directamente a las arcas de la iglesia.
Así que, con todo esto, espero que nadie tenga la desfachatez de decir que España es un estado laico, o que la separación entre la iglesia y estado es real, porque de todo eso sólo pueden presumir países como Francia, que derogó su concordato con el Vaticano en 1905 separando de forma definitiva la iglesia y el estado, consiguiendo un estado laico real.
Fuentes y más información:
- Acuerdo sobre asuntos económicos
- Acuerdo sobre enseñanza y asuntos culturales
- Acuerdo sobre asistencia religiosa a las Fuerzas Armadas
- Acuerdo sobre asuntos jurídicos
A Monseñor Demetrio Fernández, obispo de Córdoba
El pasado sábado, el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha pedido «a quien gobierne» tras las elecciones generales del próximo 20 de noviembre, que aplique la llamada «ley natural», respecto al aborto y también en relación con el matrimonio entre personas del mismo sexo (1).
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